Saturday, September 20, 2025

Polos Azules (1952)



—¿Ya viste qué simpático está el hijo del vecino?


—¿Cuál dices, el peloncito que pinta?


—Sí, ese mero… se me hace bien atractivo.


—Pues a mí, de pintar, como que no le hallo el chiste.


—¡Ay, güerita! Pero si ya lleva como treinta y siete cuadros.


—Bah, todos parecen lo mismo: avienta chorros de pintura, los deja secar y ya.


—Pues a la gente le encanta, y lo importante es que los vende bien caros.


—Ya entendí lo que traes en mente, pero ni soñando saldría con un cuate así.


—Tú sabrás, hija. Nomás te digo que si yo tuviera veinte años menos, ya estaría puesta para dejar que me pintara de lienzo vivo el número 69.




Blogger templates

Blogroll

About

Search This Blog

Blog Archive

Powered by Blogger.

The Bronx

Mariela no se moría de hambre, pero tampoco andaba en buena situación. La neta, vivía al día. Como muchos, se le metió en la cabeza irse “po...